sábado, 30 de noviembre de 2013


ESCUELA PARA PADRES





El objetivo de Escuela para Padres es proporcionar a los padres de familia diversas estrategias para entender, apoyar, comprender y dar respuesta a los cambios propios del proceso de desarrollo por el cual está pasando sus hijos, tanto en el ámbito emocional, afectivo, académico, como social.

Así mismo, que los padres de familia conozcan y aprendan métodos efectivos para apoyar a sus hijos en el mejoramiento y superación académico, que permita además vivenciar los más altos valores humanos y familiares.



La Escuela para Padres busca también contribuir a que los padres establezcan una óptima comunicación con sus hijos.
Los padres deben enseñar y los hijos aprender, esto que se proclama como una verdad absoluta, suele ser muy poco cierta en la realidad ya que es, al menos, una visión muy parcializada de ella.

TALLER PARA  PADRES

APRENDER A APRENDER DE NUESTROS HIJOS TOMANDO EN CUENTA LA IMAGEN QUE  LE TRANSMITIMOS
LO QUE NUESTROS HIJOS NOS HAN ENSEÑADO

TESTIMONIO

Mi esposa Viviana y yo nos casamos hace poco menos de 10 años, pretendiendo que habíamos conformado una familia, pero esta no comenzó a concretarse hasta que, un año después, nació Juan Manuel que contra todo lo previsto no pudo nacer por parto normal ya que tenía 4 circulares de cordón. Desde ese momento Juan Manuel nos enseñó a aceptar que no siempre las cosas salen como uno lo planea o desea. Nosotros habíamos planeado estar juntos en el momento del parto, pero los médicos no quisieron que yo estuviese presente ya que se trataba de una cesárea.

A los dos años de este feliz nacimiento, Dios nos dio a Mercedes que hoy tiene seis años y gracias a un buen médico pudo nacer por parto normal, en contra de todas las opiniones que indicaban que si el primero había nacido por cesárea todos los demás también debían nacer de la misma manera. Entonces nuestra niña nos enseñó a que debemos creer y esperar aun cuando todo parece indicar que las cosas no van a salir como las deseamos, nos enseñó que debemos tener una visión optimista de la vida.

Se imaginarán los lectores que, si mi memoria nos ayudase, podríamos sacar una enseñanza de cada uno de los actos de nuestros cuatro hijos, pero como no quiero agobiarlos con asuntos personales voy a hacer un resumen.

En los peores momentos, cuando uno de ellos se pescó una enfermedad que puso en riesgo su vida, hemos contado con su sonrisa que se ha convertido en un apoyo para soportar las dificultades. Cuando falleció el abuelito, ellos no lloraban porque tenían una seguridad envidiable sobre la felicidad que tendría su abuelo al estar gozando de una vida mejor que esta. Nos enseñaron entonces que el dolor es parte natural de la vida y que debe ser asumido para engrandecernos.

Por el hecho de ser cuatro niños Viviana y yo hemos debido compartir muchas tareas, tanto en el trabajo externo que nos provee el sustento, como en el trabajo dentro de la casa que nos organiza la vida familiar. Los chicos también, en la medida de sus posibilidades, colaboran con él trabajo familiar: los más grandes, antes de comer, lavan las manos de Facundo que todavía no ha cumplido dos años; son ellos los que le enseñan a José Ignacio, de cuatro años, a higienizar sus dientes antes de dormir y a tender la cama al levantarse. Nuestros hijos han mejorado notablemente nuestra capacidad de trabajar en equipo.

Cuando llegamos a casa, cansados por tanta labor y agotados por la lucha cotidiana, sus voces y sus sonrisas nos enseñan que hay que saber dejar los problemas del trabajo fuera de la casa, y cuando no se puede hay que compartirlos para hacerlos más soportables.

También ellos tienen sus aspectos negativos, sus picardías, sus malos comportamientos, que exigen de nosotros el máximo de nuestra paciencia para aguantar sus asuntos, la responsabilidad con los otros cuando rompen la ventana del vecino con una pelota, y la perseverancia necesaria para lograr fraguar en ellos los buenos hábitos. Por lo tanto ellos nos entrenan en virtudes tales como la paciencia, la responsabilidad y la perseverancia.

Ellos no soportan las injusticias, aunque si entienden que no todos tienen los mismos derechos (ya que no tienen las mismas necesidades y obligaciones), de manera que los más grandes saben que deben bañarse por sí mismos mientras que el más pequeño requiere de nuestra atención para tales menesteres, y saben además que ninguno de ellos por pequeño que sea tiene la exclusividad sobre los aquellos bombones que mamá había guardado para compartirlos en otro momento. Ellos nos exigen justicia, y la distinguen del igualitarismo raso. También nos enseñan de estas cosas que muchos hombres de gobierno parecen desconocer.

Podríamos escribir muchas páginas más sobre este asunto, pero creemos que el asunto está comprendido y esta nota estaba destinada a ser más corta de lo que es. Solo queda para el final decir que ellos nos piden que seamos un ejemplo para su realización, como dijo una vez una lectora de EVPP: "los niños no escuchan lo que les decimos, pero si nos ven"

ES POR ESO QUE DEBEMOS CONVERTIRNOS EN SU MODELO A SEGUIR.





OBJETIVO: tratar de explicar  y orientar a los padres para que descubran lo que pueden aprender de sus hijos, yendo un poco más allá de lo superficial,  de  aprender a sentirlos a escucharlos de no verlos sino de mirarlos de observarlos  y  aunque sea mucho el trabajo fuera de casa como dentro de ella, dedicarle un poco de tiempo para que él se sienta importante dentro de tu vida por que como padre le dices que lo amas pero como haces para que el sienta que en realidad lo amas, como padre de familia que eres ya seas una mamita o un papito tienes también una responsabilidad grande en tus hombros ya que depende de ti y de cómo te transmites tu como figura o modelo frente a u hijo.  


“Recuerda tu hijo no muchas veces puede escucharte pero si te está viendo”.









BIBLIOGRAFIA: http://www.aciprensa.com/Familia/escuepadres.htm

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